Ulises, el otro
Navega para olvidar los remos y la orilla.
Ayuna como las aves porque los peces nadan lejos. Su apetito es el cielo cubierto de espuma. Repite lo inútil, lanzar el anzuelo.
No, no arrancará la mar.
Aquí suena el principio, sin música ni ruido. El agua es sin fondo, hay tormenta allí abajo, más allá de lo profundo.
Él no lo sabe.
Hoy susurra…
nadie